martes, 15 de mayo de 2012

Herramientas básicas: Definición de objetivos

Mientras en Madrid la actualidad está pendiente de la concentración conmemorativa del Movimiento 15-M, yo he aprovechado para profundizar sobre todo ello, pero con especial curiosidad por conocer más sobre las movilizaciones en Islandia, en el año 2008.

Hördur Torfason frente al Parlamento islandés. (Fotografía de OddurBen)
En Islandia, un país en el que la movilización callejera se asocia culturalmente a una actitud de debilidad, un pequeño grupo de personas consiguió catalizar un movimiento de protesta ciudadano que, finalmente, provocó el procesamiento del primer ministro y la dimisión de altos responsables de la administración islandesa.

¿Dónde está la clave de este resultado? Hördur Torfason, líder de las movilizaciones, lo define de esta manera: "el éxito de una revuelta es tener objetivos claros y sencillos". "Los nuestros eran tres objetivos muy claros: la dimisión del primer ministro, la reforma de la constitución y relevar a los responsables del banco central."
 
Está claro, en el éxito de tu "revolución particular" juegan un papel muy importante los objetivos que te marques. Definir objetivos tiene su técnica pero, conociendo algunas de sus características clave, te será muy fácil elaborarlos.

Los objetivos tienen que ser:
  1. Concretos. Cuanto más concretos sean más posibilidades tienes de cumplirlos. Tenlo en cuenta a la hora de redactarlos. Por ejemplo, trabajas en el sector de la hostelería y tu "objetivo" es "mejorar en idiomas". Está muy bien, pero te compensa concretar algo más: "Mejorar mis conocimientos de inglés especializado en el sector hostelero". Más concreto, mucho mejor.

  2. Medibles. A cada objetivo le tienes que asociar una iniciativa o un plan de acción que sea medible. Así podrás autoevaluar tu nivel de cumplimiento. Por ejemplo, al objetivo que hemos redactado le podríamos asociar la acción "Realizar y superar el curso de inglés para hostelería de la Escuela Oficial de Idiomas". Para medirlo mejor, le vamos a añadir una fecha tope: "Superar el curso antes de diciembre de 2012".

  3. Alcanzables. Matricularte en un master presencial de 3000 horas cuando tienes la agenda más apretada que un ministro, presentarte como candidato a ofertas de ingeniero naval cuando tu formación y experiencia profesional ha sido la de diseñador gráfico...Es importante que hagas este análisis. Evalúa tu perfil y planifícate bien, de nada sirve definir un objetivo que al final no puedas ejecutar. Además, si te marcas un objetivo muy "ambicioso" ten en cuenta que, con toda probabilidad, necesitarás planificar pequeños objetivos intermedios para llegar a él.

  4. Revisables. Concretar los objetivos y definir los planes de acción te permite hacer seguimiento de tu propio avance y cumplimiento de tus metas. En función de tus resultados puedes ir definiendo nuevos objetivos o, por el contrario, descartando otros. Esta es una parte importante, ya que un plan de objetivos debe de ser flexible, adaptándose a tus nuevas inquietudes y a entornos profesionales que, hoy en día, son muy dinámicos.
Bueno, son cuatro ideas básicas para que consigas redactar unos buenos objetivos. Prueba con ello! Con cualquier cuestión que necesites ya sabes dónde estoy.

Adelante!

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